Hoy ha sido un día raro. Pero un día que me ha gustado, al fin y al cabo, no se ve nevar todos los días y menos de la manera que aquí lo ha hecho... aunque estemos más que acostumbrados a ello, cada vez que nieva me gusta; la rutina cambia, la ciudad se vuelve blanca, y todo es distinto por un momento... tan distinto como cuando estoy contigo, que no siento el frío, que me agarras para que no me resbale con el hielo y me das la mano, tu mano, siempre cálida para calentar la mía, siempre congelada. Y es que se está tan bien a tu lado... no me canso ni me cansaré de ti. Te amo E.
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